Lucia participó en el Intercambio Juvenil “Not in our name” en Marrakech, Marruecos
¡Hola Lucia! ¿Puedes darnos una opinión general sobre el proyecto “Not in our name”?
El proyecto “Not in our name” fue una experiencia irrepetible. El proyecto consistía en debatir sobre temas de radicalización, extremismo y construcción de la paz con jóvenes de seis nacionalidades: Francia, Rumanía, España, Túnez, Marruecos y Turquía.
Estuvimos una semana alojados en un centro juvenil en Marrakech. Durante siete días desarrollamos todo tipo de actividades. Los días empezaban con divertidos juegos para comenzar el día con energía. Después, hacíamos todo tipo de actividades: desde debatir sobre temas de religión o igualdad de género, hasta juegos de “role playing” donde fingíamos ser grupos extremistas o una actividad de intercambiar objetos en la calle, con el fin de conocer la comunidad local. Por la tarde, al terminar las actividades, nos solíamos juntar para seguir disfrutando de la experiencia de estar todos juntos. A lo largo de la semana pudimos compartir muchas ideas, y sobre todo, nos lo pasamos genial.
Por supuesto, no puedo dejar de mencionar el lugar donde se celebraba el proyecto: la increíble ciudad de Marrakech. Nos alojamos en un centro juvenil del gobierno marroquí que se encontraba en la parte moderna de la ciudad. El centro era cómodo y moderno, y la ciudad, preciosa. Teníamos descansos donde podíamos salir a investigar distintas partes de la ciudad: la plaza Jamal-Fna, el zoco, los jardines… Un proyecto interesante en una ciudad preciosa. ¿Qué más se puede pedir?
¿Cómo ha afectado el grupo a tu experiencia personal durante este intercambio juvenil?
Quizás al final la parte más enriquecedora de un proyecto es la gente que conoces. En mi caso, el grupo ha sido fundamental en hacer de la experiencia una experiencia increíble. En primer lugar, el grupo español. Aunque les conocí en el aeropuerto, enseguida hicimos buenas migas y nos convertimos en un estupendo grupo de viaje (y de amigos!). Y por supuesto, también conocí a gente muy interesante de otras nacionalidades. Con el paso de los días, se iba notando cómo aumentaba la complicidad entre todos. Después de una semana intensa las despedidas a veces cuestan, pero me quedo con la alegría de saber que ahora tengo más amigos repartidos por el mundo.
¿Cuál es la cosa más importante que has aprendido durante el proyecto?
En concreto, este proyecto me ha servido para romper estereotipos. Al final, debido especialmente a los medios de comunicación, que fomentan el miedo y la vinculación del islam con el terrorismo y el conservadurismo, tenemos una visión distorsionada de la realidad. Nada mejor para romper estereotipos que hacer un proyecto como este. Por ejemplo, nunca habría pensado que jóvenes de Túnez, Marruecos o Turquía estarían a favor de la adopción de niños por parte de parejas LGTBI. Me encantó también una sesión en la que cada grupo tuvimos que explicar los tres conflictos más importantes de nuestro país. ¿Cuántas veces tenemos la ocasión de entender las vivencias de otros países a través de la gente que los vive? Si algo me llevo de este proyecto, además de la gente, es haber podido ver el mundo a través de los ojos de los demás.