Don Giacomo Panizza es un cura italiano y en los últimos 40 años ha trabajado con proyectos sociales y con personas con discapacidades. Lanzó Progetto Sud (Proyecto Sur): una red de asociaciones locales que trabajan juntas para crear servicios sociales y luchan contra la mafia. La vida de don Giacomo es constantemente bajo amenaza de las organizaciones criminales locales, pero su batalla por la justicia social no para y él sigue sin miedo y sin descanso. La Asociación Projuven ha tenido el honor de poder entrevistarle y quiere compartir sus sabias palabras:
Normalmente, en Italia, la gente emigra desde el «pobre» sur hacia el «rico» norte. Usted lo hizo al revés emigrado desde Lombardía a Calabria. Por qué?
Italia es un Estado unitario, desde el punto de vista democrático y jurídico. Ese es el término legal para describir nuestro País, pero en la realidad no es así. Si una persona tiene una discapacidad, en Lombardía puede encontrar muchos servicios; en Calabria sólo algunos. Yo me mudé porque encontrando a muchos de estos discapacitados (en Calabria) me decían: «Yo en Calabria tengo que quedarme siempre en casa». Esto ocurría tanto por una mentalidad de “vergüenza religiosa” de los padres que a menudo decían: «¿Qué hice de malo yo a Dios para tener un hijo enfermo?», como porque en el territorio no había servicios sociales: transporte escolar, rehabilitación, terapias o actividades de carácter social. Entonces me mudé (como representante de la Iglesia) para ayudar a estos jóvenes a salir de casa, pero sin buscar clínicas en el Norte para terapias o actividades, sino quedándose y construyendo algo en Calabria.
«Progetto Sud» (Proyecto Sur): ¿Cómo explicarlo en pocas palabras a un ciudadano europeo?

«Progetto Sud» gestiona muchas iniciativas y más de 50 trabajadores
A un ciudadano europeo yo explicaría que Proyecto Sur nació con las personas de las que hablé antes: jóvenes en silla de ruedas que me pedían ayuda. Yo les ayudé a unirse, a cooperar, a crear actividades y servicios sociales. En la actualidad, Proyecto Sur gestiona muchas actividades y más de cincuenta empleados. Los discapacitados utilizan y son propietarios de estos servicios. Ellos son las personas que dan trabajo y ayudan a otras personas a que no emigren, quedándose aquí. Proyecto Sur nació como un conjunto de muchas iniciativas autónomas, porque la ‘Ndrangheta no me permitió gestionar una única iniciativa. Proyecto Sur es un grupo que incluye muchas asociaciones y cooperativas en Calabria. Eso nos permite también la mejor distribución posible del trabajo y de las personas: por ejemplo, hoy en día hay 133 inmigrantes que no están concentrados en una única estructura, sino están bien distribuidos en diferentes. Lo mismo ocurre con los discapacitados que ayudamos.
Hablando de mafia: ¿Cuál es su experiencia?

Don Giacomo Panizza con el escritor Roberto Saviano
Llegué aquí (Calabria) hace 40 años, en 1976, y no conocía la Mafia, sólo sabía que eran asesinos, ladrones y orgullosos. Pero después vi que lo que les interesa realmente es mandar y someter; no solo quieren dinero, también votos para las elecciones y apoyo popular. Vi una diferencia muy grande con el Norte de Italia, allí también hay estafadores, pero en Calabria ellos quieren someterte, pasando como benefactores; te roban, pero quieren pasar como los que te ayudan. Así se puede explicar el fenómeno de la ‘Ndrangheta: te ofrecen ayuda, pero en realidad compran tu silencio. Hacen esto con políticos, empresarios y también hombres de iglesia. Te dicen «nosotros compramos las campanas y tú nos permite transportar la estatua durante la procesión», de esta manera se muestran como queridos por parte de la población.
Uno de los problema más grandes de Europa es la inmigración incontrolada: ¿Cuáles son las causas que han llevado a la situación actual?

Progetto Sud acogió 133 inmigrantes de distintos países
Las causas son muchas. A nivel territorial, por ejemplo en Calabria, se necesitan jóvenes inteligentes y que se queden aquí porque no hay jóvenes suficientes para sustituir los trabajadores que van a jubilarse en los próximos 5-10 años. Los inmigrantes solucionan en parte este problema, lo veo con los que acogemos; nosotros podemos encontrarles el trabajo porque se adaptan haciendo cualquier cosa, mientras muchos jóvenes de aquí prefieren mudarse y buscar trabajos diferentes.
Otros problemas son los nacimientos y los jóvenes que no se quedan. En estos casos la culpa ha sido de los políticos que, en lugar de mirar al futuro, solo han pensado en las próximas elecciones.
A esto hay que añadir el crimen organizado: la Mafia puede hacer negocios con la paz, la guerra, las necesidades de los jóvenes, la pobreza. No deseo las Mafias a nadie porque son terribles, pueden aprovechar del bien y del mal, hay que enfrentarles con inteligencia y coraje.
Estos fueron nuestros errores, pero hay también errores por parte de Europa. Un ejemplo es la idea que los Países más fácilmente alcanzables para los inmigrantes sean los mismos que tienen que acogerlos todos. Hay también las guerras, las de Siria y Libia, en las cuales Europa tuvo sus culpas; las guerras en las cuales Europa no tuvo culpas; las persecuciones, como por ejemplo los kurdos en Turquía. La inmigración es muy complicada, solo la paz puede cambiar las cosas.
Projuven es una organización europea muy joven y que quiere aprender mucho: ¿Usted tiene consejos para nosotros?
Compartir las prácticas: si hay iniciativas que se pueden actuar, estas tienen que ser examinadas todos juntos, porque hay metodologías buenas y menos buenas y se puede aprender de las cosas buenas y de los errores.Veo que mis viajes y mis encuentros con otras asociaciones me permiten descubrir diferentes iniciativas, lo bueno lo puedo copiar y adaptar al territorio, pero los defectos hay que entenderlos para evitar cometer errores en el futuro. Compartiendo nuestras experiencias podemos crecer todos juntos.